jueves, 14 de abril de 2016

Cuentos cooperativos

Cuando mis alumnos lean esto me "reñirán" porque hace mucho que no jugamos a los Cuentos cooperativos en la asamblea. Y es que les encanta esta actividad en la que se ponen en marcha un montón de estrategias de creación literaria. Es la antesala a que puedan escribir pequeños textos narrativos por sí solos, ya que antes de coger lápiz y papel y plasmar por escrito nuestras ideas, tenemos que ser capaces de poderlas contar oralmente. 

Así nos ponemos en círculo, mirandonos bien las caras unos a otros, y entre todos creamos historias, a menudo disparatadas. Yo voy dándoles pie para que cada uno vaya improvisando ideas y demos forma a la historia.

Érase una vez un....... que vivía en una........ Una mañana al despertarse........ De pronto se encontró con.....

Con enlaces como estos cada alumno por turnos, va improvisando la historia y la vamos dando forma entre todos. Al principio les costaba salirse de los argumentos y personajes clásicos de cuento: príncipe, princesas, lobos... y, aunque les cuesta abandonarlos, se van desmelenando creativamente hablando van saliendo cuentos muy pero que muy divertidos. 


Os dejo este que transcribí de la clase de 1ºB de finales del segundo trimestre. Les gustó tanto que sacamos tiempo de donde no teníamos para dedicar una sesión a ilustrarlo. Cada equipo se encargó de dibujar una parte de la historia. Esperamos que os guste el resultado.


Pronto colgaremos alguno de 1ºA.




EL FANTÁSTICO DÍA DE LA PRINCESA Y EL PRÍNCIPE

Érase una vez un príncipe llamado Juan que vivía en un castillo muy especial. Era un castillo diferente a todos los demás castillos porque este era un castillo hinchable. Una mañana se levantó muy temprano y, dando saltos, como se camina por un castillo hinchable, fue hasta la cocina a prepararse un rico desayuno. Se preparó un delicioso bizcocho con nata y fresas y lo acompañó de un chocolate calentito.
Cuando terminó de desayunar fue a despertar a la princesa “Bella Durmiente” como él la llamaba porque no paraba de dormir. Yaiza, la princesa, que así era como se llamaba en realidad, dormía muy profundamente y de sus ronquidos la corona subía y bajaba de su cabeza. 

Juan después de un rato consiguió despertarla y nada más abrir los ojos Yaiza le preguntó:
-Príncipe Juan, ¡¿por qué me despiertas tan temprano si puede saberse!?
- ¡¿Tan temprano!? - dijo Juan  muy sorprendido- ¡Si son casi las 6 de la tarde ya!
- ¡Las 6 de la tarde!- gritó enloquecida la Princesa Yaiza- ¡No nos va a dar tiempo a ir al parque! ¿Por qué no me has despertado antes si puede saberse?
Y sin dejarle contestar empezó a vestirse rápidamente. Se puso un bonito vestido y un largo collar. Después se puso más collares, muchos más, miles, cientos. Se puso tantos collares que solo se la veía la corona y los zapatos.
Juan boquiabierto al verla con tantos collares le dijo:
-         Pero Yaiza… ¿no crees que te has puesto demasiados collares? Apenas se te ve y no podrás caminar bien.
-         Vaaaaaale… igual tienes algo de razón- dijo Yaiza- Me quitaré alguno.

Y así hizo. Se quitó un collar, el más largo y a pesar de que seguía llevando muchos, al menos se la veía el cuerpo y podía caminar.
Cuando los dos estuvieron preparados salieron de su castillo hinchable y salieron camino del parque. De pronto vieron unas vallas que les impedían el paso y se encontraron con un obrero que les dijo:
-         Lo siento chicos, no podéis pasar. Estamos en obras y además ha ocurrido algo terrible en el parque.

-         ¡¿Algo terrible!? dijeron a la vez el príncipe y la princesa.
-         Si, un asesinato terrible en el parque
De repente apareció un señor sabio que resultó ser un policía y les dijo:
-         No os preocupéis, no ha ocurrido nada grave. Era un obrero que ha ido a coger una herramienta muy peligrosa y todo el mundo pensó que iba a matar a alguien. Pero solo están construyendo un parque más grande.
El príncipe y la princesa se quedaron aliviados pero se dieron cuenta que ya había oscurecido y que no podían ir al parque. Así que decidieron irse a su restaurante favorito donde servían el plato más delicioso de todos los tiempos. Un pastel de varios pisos que llevaba: chocolate, zanahoria, tortilla, nata, pera, bacon, carne y queso.
Con los mofletes llenos de postre dijeron el príncipe y la princesa:
-         Vaya día tan fantástico y extraño que  hemos pasado.




Y colorín colorado este loco cuento se ha acabado.



5 comentarios:

  1. ¡Qué historia tan bonita!
    Me hubiera gustado pasar el día con vuestro príncipe y vuestra princesa.
    No dejéis nunca de crear historias.

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    1. Me alegro de que te haya gustado Emi, ¡y los niños seguro que también!El próximo día que inventemos cuentos te llamamos a ver si puedes escaparte un ratito a jugar con nosotros.

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    2. Ji ji ji qué chulada de cuento! Me encantan este tipo de talleres.
      Fantástico Paula!

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    3. Ji ji ji qué chulada de cuento! Me encantan este tipo de talleres.
      Fantástico Paula!

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